Cuando a un pisito de estudiantes de letras llegó un estudiante de bellas artes, a lo que entonces era un marasmo de fotocopias de apuntes pirateados, artículos sobre “los travestidos en la obra de Shakespeare” o libros amarillos de la Editorial Gredos, se unió el caos de cartulinas, bastidores, pinceles, ceras y olor a trementina.
Alrededor de unas cervezas, las conversaciones ya empezaban a incluir desde los patos de Wallasse Ting mezclados con el realismo mágico o Jackson Pollock haciendo dripping con su orina y los cadáveres exquisitos de los surrealistas.
Desde esos días, Pablo y Juanjo llevan tiempo viendo pelis, cambiándose libros, recomendándose discos, visitando exposiciones, colándose en fiestas y departiendo en barras de bar (mejor fuera que dentro de ellas, como es natural).
Han compartido muchas risas y alguna bajona seria. Porque “la vida es así, no la inventado yo”, como cantaba Sandro Giacobbe.
Y han salido juntos de visita a saludar y a presentar sus respetos a personas de interés. Aquí las cuentan.
Son encuentros que siempre han pretendido ser breves y respetuosos,... ver más
Cuando a un pisito de estudiantes de letras llegó un estudiante de bellas artes, a lo que entonces era un marasmo de fotocopias de apuntes pirateados, artículos sobre “los travestidos en la obra de Shakespeare” o libros amarillos de la Editorial Gredos, se unió el caos de cartulinas, bastidores, pinceles, ceras y olor a trementina.
Alrededor de unas cervezas, las conversaciones ya empezaban a incluir desde los patos de Wallasse Ting mezclados con el realismo mágico o Jackson Pollock haciendo dripping con su orina y los cadáveres exquisitos de los surrealistas.
Desde esos días, Pablo y Juanjo llevan tiempo viendo pelis, cambiándose libros, recomendándose discos, visitando exposiciones, colándose en fiestas y departiendo en barras de bar (mejor fuera que dentro de ellas, como es natural).
Han compartido muchas risas y alguna bajona seria. Porque “la vida es así, no la inventado yo”, como cantaba Sandro Giacobbe.
Y han salido juntos de visita a saludar y a presentar sus respetos a personas de interés. Aquí las cuentan.
Son encuentros que siempre han pretendido ser breves y respetuosos, porque ambos creen que, en la vida, una de las cosas más importantes es no molestar mucho.
Juanjo Fernández Palomo es escritor y divulgador cultural. Colabora en medios como Cadena SER, Cordópolis y Canal Sur entre otros.
Pablo Limbo es artista plástico y cineasta.